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Colectivo Chopeke: Fe y Vivienda para Ciudad Juárez
Se levantan temprano. Preparan sus herramientas. Cada quien sabe lo que tiene que hacer. Oran en grupo. Le piden a Dios que los guíe, y le ofrecen su trabajo del día. Unos recolectan la tierra. Otros preparan la mezcla. Poco a poco van usando el barro, la paja y la madera para armar una vivienda. Cortan tablas, levantan paredes, y se toman un receso. Es tiempo de comer y de descansar el cuerpo. La comida sabe mejor después del trabajo físico. El humor siempre está presente a esta hora. También lo está el silencio y la reflexión. Vuelven a lo suyo. Les da el atardecer y hay algo en la naturaleza que hace que todo se detenga. Dan gracias por este día; hay algo sagrado presente y todos lo perciben. Este es el colectivo Chopeke, una palabra en raramuri que significa ocote. Y a lo largo del tiempo, el ocote se ha usado para iniciar un fuego…



Lo que ofrece el colectivo Chopeke es algo concreto: una vivienda económica de buen tamaño hecha con materiales sustentables. En Ciudad Juárez el costo de producción de una vivienda promedio de interés social de 34m2, (sin considerar el costo del terreno) oscila en un precio de 100,000mil pesos. En contraste, Chopoke puede construir una vivienda de 60m2, hecha con barro y paja, a casi la mitad de este costo (sin incluir el costo del terreno ni la mano de obra, ya que Chopeke y los beneficiarios construyen la vivienda). Además, los materiales que usa Chopeke ofrecen un efectivo aislamiento térmico. Las casas de bloque, por lo contrario, se sienten como hornos en el verano y congeladores en el invierno.
“Tradicionalmente, el lado “sexy” de la arquitectura ha sido diseñar grandes edificios, y al diseño de vivienda de interés social se le ha dado poco atractivo. Sin embargo, es el más apremiante” -Omar Ríos
El arquitecto Omar Ríos, director de Chopeke, nos comentó que es importante que los futuros arquitectos locales se concienticen de la problemática de vivienda que sufre Ciudad Juárez. Tradicionalmente, el lado “sexy” de la arquitectura ha sido diseñar grandes edificios, y al diseño de vivienda de interés social se le ha dado poco atractivo. Sin embargo, es el más apremiante. Los números lo dicen. De acuerdo al Instituto Municipal de Investigación y Planeación, del 2007 al 2014, el 84% de los créditos aprobados para la compra de vivienda en la ciudad fueron para una población con ingresos de 2.6 salarios mínimos o menos.


Chopeke reconoce sus limitantes. Ellos y ellas mejoran la vivienda de personas de escasos recursos, pero el contexto socioeconómico donde se encuentran estas viviendas sigue desatendido: parques que no son parques, escuelas en pobres condiciones, trabajos mal pagados, entre otros problemas. Por culpa del mal gobierno, empresarios mezquinos y gente sin valores, colectivos como Chopeke, empresas con responsabilidad social, organizaciones civiles e individuos con corazón han venido trabajando para mitigar estas carencias.

“Conforme va pasando el tiempo nos damos cuenta de lo que hicimos.” -Veronica Torres
Además, Chopeke empodera a ciudadanos y construye comunidad. Vecinos de la colonia López Mateos invitaron al colectivo a la construcción de una capilla para la colonia, y gracias al trabajo en colaboración, lo que inició como un sueño se convirtió en una realidad. Por ejemplo, una vecina de fe protestante les donó a los católicos el terreno, “que al fin y al cabo es un solo Dios.” Juntos, Chopeke y gente de la comunidad colaboraron con mano de obra, procuración de fondos, comida, y muchas palabras de aliento para que la construcción saliera adelante. Como nos dijo Verónica Torres, una de las vecinas que participaron en esta obra, “conforme va pasando el tiempo nos damos cuenta de lo que hicimos.” Es decir, no solo se construye viviendas, si no también se forman personas con esperanza y carácter.




Fue este diseño de vivienda inteligente dirigida hacia el ciudadano común por la que fueron elegidos, junto con el arquitecto y mentor del proyecto Juan Manuel Casillas, a participar en la Bienal de Arquitectura en Venecia, Italia. Un gran reconocimiento que se les da a los arquitectos a nivel mundial.
Chopeke demostrando que con inteligencia y corazón se pueden lograr cambios. Para el colectivo, el camino no ha sido fácil, pero la perseverancia, el apoyo de gente buena, y la fe les han brindado las fuerzas para seguir adelante. Como dice Omar, “Creemos que por fe, si es obra de Dios, el proyecto va a crecer.” Y día a día, la gracia de Dios les ha dado fuerzas para que el fuego que ha generado Chopeke siga creciendo.
